Una boda con vistas al Mediterráneo…
Nuestra primera toma de contacto con esta pareja, fue con Rocío. Llegó una tarde a nuestra oficina con miles de ideas para su boda. Mi primera impresión fue que era una persona con una vitalidad grandísima, muy simpática y dicharachera. Me parecía muy bonito cómo se le iluminaba la cara cuando hablaba de su chico, pero todo lo entendí cuando lo conocí a él. Manuel es un chico que derrocha muy buen rollo, es un chico fantástico.
Lo mejor de esta pareja lo fui conociendo conforme iban viniendo a ultimar las cosas de su gran día, era todo ilusión y risas. Tenía claro que el día de su boda iba a ser de lo más emotiva, ya que con una simple mirada se podía ver lo enamorados que estaban y las ganas que tenían de preparar hasta el último detalle. Efectivamente, el día de la boda, fueron todo palabras preciosas, nos emocionamos mucho… ¡Qué bonito es trabajar por momentos así!
Ella se dedica al diseño de stands, y como buena decoradora y creativa, la estética de su boda jugaba un papel muy importante. Cuco, era el mejor acompañante, los dos formaban un cerebro perfecto.
Era una boda íntima y llena de detalles. La ceremonia la hicieron dos amigos cubanos de Cuco. Hicieron el rito del mojito, fue un momento que nos gustó mucho a todos.
Aunque ambos son madrileños de nacimiento, tenían claro que en su boda estaría el mar como invitado, y así fue, para desarrollar todas sus ideas, eligieron una finca muy especial, la Finca Marqués de Montemolar, situada en Altea, con vistas al Mediterráneo.
A mi me han conquistado, por eso me los quedo para mi, para siempre.
Aquí os dejamos las fotos de la espectacular boda en la finca Marqués de Montemolar.
- Wedding Planner: Cumpli2
- Decoración: Cumpli2
- Finca: Marqués de Montemolar
- Catering: Juan XXIII
- Flores: El Juli
- Diseño gráfico: Rocío Design
- Fotografía: Sergio Gisbert