A veces sólo basta cruzar 10 palabras con un cliente para captar su idea.
Amaya tenía las ideas muy claras, ella es diseñadora de ropa infantil y ya os podéis imaginar el vestido que le diseñó a su hija Paula, una maravilla. Teníamos un vestido romántico y vintage, con unas puntillas italianas preciosísimas.

La Finca parecía que estuviera buscada a propósito, cuando entré por ese camino empedrado con abetos y al final se veía esa casa tan bonita se me pusieron los pelos de punta, teníamos todos los elementos sólo teníamos que unirlos.

Para Paula fue un día muy especial no sólo porque era el día de su Comunión, sino porque también era su cumple y el día de la madre.
Recuerdo este evento con especial cariño porque son una familia preciosa y llena de artistas, que nos hizo las cosas muy fáciles y desde aquí quiero darles las gracias.